STS 25/9/20: Los repartidores de GLOVO son trabajadores por cuenta ajena (y no necesitan una regulación especial)

    La controversia sobre la calificación jurídica de los repartidores de plataformas ha sido finalmente resuelta por la STS, Pleno (y sin votos particulares), 25 de septiembre 2020 (rec. 4746/2019). Son trabajadores por cuenta ajena. Lo que ratifica el criterio que se ha mantenido en suplicación de forma generalizada hasta la fecha: – A favor de la laboralidad (que tenga constancia): SSTSJ Cataluña [Pleno] 21 de febrero 2020 (rec. […]

¿Somos un algoritmo (biológico)?

  Un algoritmo (siguiendo a FRY, p. 8) es «un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución a un problema». Es (siguiendo con la misma autora), «simplemente una serie de instrucciones lógicas que muestran cómo realizar una tarea de principio a fin. En esta amplia definición, la receta de un pastel es un algoritmo, como lo es la lista de indicaciones que podríamos darle a un […]

El impacto de la revolución digital en el aprendizaje y el conocimiento del Derecho

  El tránsito de la cultura oral a la cultura escrita: la «lectura profunda» El progreso tecnológico, lejos de planteamientos deterministas, no avanza de forma autónoma, aunque, como apunta N. CARR (p. 65), “no es descabellado decir que el progreso tiene su propia lógica y que ésta no es siempre coherente con las intenciones o deseos de los fabricantes de la herramienta”. Y el alfabeto es una de ellas. El tránsito, […]

Automatización y obsolescencia humana

El proceso de automatización en el que estamos inmersos no tiene parangón. A diferencia de otros procesos de transformación acaecidos en el pasado, la singularidad de este momento es que los ordenadores están asumiendo una dimensión que hace un tiempo se pensaba que estaba reservada a los seres humanos: el trabajo intelectual. Y, ciertamente, lo están asumiendo de forma exponencial.

El objeto de esta entrada es abordar el impacto que este proceso está teniendo en nuestras habilidades como seres humanos, pues, hay elementos para pensar que (si no somos especialmente cautos) podemos acabar experimentando, si me lo permiten, una «obsolescencia humana» o «atrofia cognitiva».

Y, ciertamente, parece que de nosotros depende que no suceda.