Los avances de diversas disciplinas científicas (neurobiología, genética, neurociencia, etc.) están empezando a desvelar elementos de nuestro comportamiento hace unas pocas décadas inimaginables. De todas ellas, permítanme que comparta con ustedes los avances que el neuroendocrinólogo Robert SAPOLSKY expone en su apasionante y reciente libro Decidido (2024): hay evidencia suficiente para poder afirmar (y perdonen que lo formule a «bocajarro») que el ser humano no tiene libre albedrío.